13 de agosto de 2012

Me gusta cuando las mamitas hacen tacatá


por @francisruizp

No pretendo ser el salvador de la Feria de Málaga. Ni mucho menos. De hecho me importa un carajo a quién se le haya concedido una caseta de forma más o menos fraudulenta. Yo hablo de igualdad.
Tampoco me importa mucho si en la zona familiar del Cortijo de Torres hay casetas-discotecas o ponen un concierto de música hindú. Ni si los llamados “empresarios” son auténticas mafias a los que parece que no se puede tocar. Pero como me aburro un lunes como hoy, me entretengo en denunciar lo que ya se veía venir desde lejos y lo que Damián Caneda, el concejal responsable, se empeña en desmentir. Y todo ésto a pesar de que ya dicen haber cerrado tres casetas y apercibido a otras diez, en lo que parece un acto de cara a la galería.

Foto de alta calidad donde podéis comprobar como decenas de niños, padres y abuelos disfrutan de la feria en una caseta familiar.

Todas las casetas-discotecas incumplen la normativa, pero parece que hay manga ancha para ellos. Ni una sola de las que todos conocemos cumple con el 50% de ocupación de mesas y sillas. Son unos zorrillos los "empresarios" estos y te plantan en la entrada dos o tres mesas con sus sillas amontonadas y así cuando alguien del Ayuntamiento asome la cabeza le de una palmadita en la espalda con un “así me gusta”. Pues no. Como uno de los mayores expertos en porcentaje de ocupación de casetas en el mundo me atrevería a decir que alguna no llega ni al 10%.
La ordenanza municipal también deja claro que no debe haber puntos oscuros en las casetas (Y conste que este punto personalmente me afecta. A todos nos gusta la oscuridad y los roces de discotecas). Como casetas de la zona familiar que son, anoche mismo, pude disfrutar de una sobrada iluminación con verdiales y padres, hijos y abuelos alrededor. Son tan familiares las casetas que se permiten sin problemas pedir el DNI para entrar. Fantástico.
Y comida, cantidades de comidas inimaginables nos sirven los amigos "empresarios" en sus casetas-discotecas. Lo más parecido a comida que tienen es la hierbabuena de los mojitos.

Y ya no hablo de los precios. A las cuatro de la tarde pagué un euro por una cerveza. A las tres de la madrugada la misma cerveza valía tres euros. En algunas casetas incluso, a cierta hora, quitan los barriles de cerveza Victoria, tan malagueña y exquisita, y te ofrecen amablemente Budweiser (una cerveza muy de la patria) a un sobreprecio espectacular.
Y sí, la Feria de Málaga tendrá muchos defectos, pero me sigue pareciendo mágica. La Feria de Málaga, como ya decía Dani Rovira en su pregón, la hacemos los malagueños y la disfrutamos todos.
Y sí. Si algún día me vuelvo a aburrir seguiré dando por culo a esta gentuza que se hacen llamar “empresarios” malagueños. Y no, por muchas amenazas que reciba, si yo me aburro, escribo.
Un beso “empresarios” malagueños. Un beso Damián Caneda.

4 comentarios:

  1. Olé. Eres de las pocas personas que no pierden neuronas con el resacón. Y yo no sé qué hago comentándote esto porque nunca he estado en la feria de Málaga, carallo. Pareado: " Como dide alerom, ole os teus collóns".

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  2. Enhorabuena por el duro,sacrificado y arduo trabajo de investigación!!!jajaja Q disfrutéis la feria!!!

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