Qué mas da, si Frozen o Candy Crush

por @Francisruizp

De tanto repetirlo, la palabra "casta" se ha vuelto pedante. Pero quizás sea lo que mejor define a esta "clase política" que debemos soportar en España. 

Consiguen un contrato inquebrantable de cuatro años, un asiento durante casi un lustro que sólo puede ser revocado por un milagro digno de San Agustín. 

Queda claro que los diputados que "trabajan" en el Congreso no se rigen por ninguna legislación laboral. También es obvio que no es lo mismo utilizar Twitter o Facebook durante, por ejemplo, un Debate sobre el estado de la nación, para comunicar todo lo que está aconteciendo, o jugar a un jueguecito de unir figuras mientras presides el Parlamento. 

Es motivo de debate si un trabajador que no se incluya en esa casta pueda ser o no despedido por utilizar dispositivos móviles durante su horario laboral. Se puede estar más o menos de acuerdo con esto, pero lo que es innegable, es que algunos tienen una sobreprotección inherente al cargo de la que el resto de mortales carecemos. Ya puede ser Facebook, Whatsapp, Twitter, Candy Crush o Frozen. Quizás esto forme parte de eso que llaman "casta".

Aquí varias sentencias judiciales que confirman ese abismo que existe entre un trabajador y esa élite que legisla: 

• En marzo de 1999 el Tribunal Superior de Justicia de Cataluña confirma la procedencia del despido de una trabajadora por utilizar el teléfono de empresa para fines particulares 
• En enero de 2010 el Juzgado de lo Social nº 13 de Valencia declara procedente el despido de una trabajadora que utilizaba el ordenador de empresa para fines particulares, en concreto, chatear. 
• En julio de 2011 el Tribunal de Justicia de La Rioja confirma el despido disciplinario de un trabajador por conectarse a Facebook durante la jornada laboral. 
• En octubre de 2011 el Tribunal Supremo confirma la procedencia de un despido por utilizar el ordenador de empresa para gestionar redes sociales particulares. 
• En mayo de 2013 el Tribunal Superior de Justicia de Castilla-León confirma la procedencia del despido disciplinario de una trabajadora por utilizar excesivamente internet para consultas personales en horario de trabajo. 
• En el Reino Unido, el Ministerio de Trabajo y Pensiones despidió a once trabajadores por usar Twitter o Facebook desde su puesto de trabajo. 

He puesto sólo algunos ejemplos de los que me he encontrado en una rápida búsqueda en Google. Os prometo que lo he hecho en mi día libre, fuera del horario laboral 

Las mentiras sobre Andalucía y el PER

Por @francisruizp

Unos meses fuera de Andalucía dan para mucho. Sobre todo a escuchar todas esas mentiras extendidas que alimenta la decadencia política para conseguir votos en año electoral. 

"¿Eres andaluz?, puf, Allí se cobran las subvenciones gracias a mis impuestos" O algo así. Es lo más común que te dicen aquí en Valencia. Algunos, los más atrevidos, incluso tienen el valor de hablarte de la corrupción. Sí, en Valencia, capital europea de la corrupción. 

Andalucía, la tierra subvencionada, la tierra del PER.  

Apenas el 0,1% de los andaluces cobran el PER. En números hablamos de unos 80.000 jornaleros que cobran de media alrededor de 2.500 euros al año de subsidio. Si lo dividimos en doce meses nos queda la alarmante cantidad de 250 euros al mes. Es lógico que cualquier andaluz prefiera quedarse en el bar y rechazar cualquier trabajo. ¿Quién iba a querer un trabajo digno si cobra 250 euros al mes? 

Y es que el resto de España no puede asumir un gasto estratosférico que supone apenas el 2% del gasto total del Estado. 900 millones frente a los más de 30.000 que supone el subsidio por desempleo en toda España. 

Y claro, es cierto que Andalucía y Extremadura reciben la gran mayoría de estas ayudas, si bien también es cierto que no son las únicas. Valencia, Castilla la Mancha, Aragón, Murcia, Castilla-León y Canarias también son beneficiarias.  

Y tan vagos son los andaluces que sólo solicitan este subsidio el 23% de todos los que tendrían derecho a ello. Inasumible. 

Es inasumible esos 900 millones de euros. Lo que sí se puede asumir son los más de 6.000 millones de euros que perciben los grandes agricultores... (por llamarlos de alguna manera). Ellos sí pueden recibir ayudas porque generan empleo. Ahí está la PAC.  

De la PAC cobran subvenciones los grandes terratenientes que llevan hasta el extremo su nombre. Pueden cobrar estas ayudas solo por mantener la tierra. Aunque no siembren... o si tienen un coto privado de caza. 

Pero a estos no se les puede criticar ni llamar subvencionados porque generan empleo.  

Los Domecq, 7,3 millones de euros. Casa de Alba 2,9 millones de euros. Juan Roig (Mercadona) 2,6 millones de euros. (Esto parece el reparto de la Lotería de Navidad). 

Y ya no sólo reciben subvenciones los que supuestamente dedican algunas de sus tierras a la agricultura; y es que las ayudas de la Política Agrícola Común de la Unión Europea llega a gente como Villar Mir, Jaime Botín o Mario Conde... (mi cara también ha sido de sorpresa). Pero a ellos no se les puede llamar subvencionados que generan empleo. 

El gasto por desempleo en un mes en una ciudad como Barcelona es de 300 millones de euros. El PER, el subsidio y la renta agraria en toda Andalucía es de 90 millones al mes. 

Andalucía, ni es una tierra más subvencionada que otras ni necesitan que le enseñen a pescar. Lo que Andalucía necesita es que le devuelvan las cañas y que esa clase alta de baja moral les saque el anzuelo de la garganta.