4 de noviembre de 2013

Un trabajador no es un privilegiado. LIMASA




Por  @Francisruizp

¿Os imagináis que os pasáis 15 años de vuestra vida construyendo una casa y después viene alguien y os la derriba? Pues esto es lo que le está pasando a los trabajadores de Limasa, la empresa de limpieza de Málaga.

El Ayuntamiento ha iniciado una campaña de desprestigio hacia los trabajadores con argumentos tan populistas como fascistas. Es muy fácil poner a los ciudadanos que lo están pasando mal económicamente en contra de los que tienen un trabajo digno y estable. El Ayuntamiento quiere que la ciudadanía vea a los trabajadores de Limasa como el enemigo para así proteger los intereses de las empresas privadas que se encargan de la gestión.

Los derechos de los trabajadores de Limasa se han conseguido a lo largo de muchos años con una lucha sindical. Pero no de los sindicatos del cava y los langostinos. Han sido los trabajadores los que han estado al frente.

Cuando en Málaga nadie quería trabajar para quitar la mierda del resto, había varios cientos de empleados que formaron una fuerza obrera enorme. Consiguieron multitud de derechos gracias a su esfuerzo y lucha. Pues ahora el Ayuntamiento quiere quitárselos de un plumazo y sin negociación mediante. Les están derribando lo que tanto les ha costado ganar.

Lo peor es que el objetivo del Alcalde y su séquito de ineptos está surtiendo efecto. La ciudadanía ve a los trabajadores de Limasa como unos privilegiados cuando su sueldo medio es lo que es, un sueldo medio. Intentan vender que todo el mundo se está apretando el cinturón menos ellos, cuando el año pasado ya perdieron más de dos mil euros por trabajador.

Sólo con el dinero que el Ayuntamiento se ha gastado en un edificio sin uso (Astoria) se podría mantener el presupuesto de limpieza durante diez años. El ERTE planteado quitaría de la calle a 300 operarios al mes. Una ciudad como Málaga, que está entre las cinco más sucias de España, lo que menos necesita es menos limpieza. Un servicio que actualmente es precario puede llegar a ser una tragedia si el ERTE se consuma.

Hace 40 años que los trabajadores de España se unieron para reivindicar unos derechos de los que ahora disfrutamos y vemos normales; vacaciones, pagas extras, etc.


Que el conformismo no sea generalizado. Dejemos que el obrero siga luchando por sus derechos. Que Málaga apoye a los trabajadores de Limasa y no se vea condicionada por la campaña de desprestigio que el Ayuntamiento de Málaga está llevando contra, los que al fin y al cabo, son trabajadores que viven día a día para “sobrevivir” un poco mejor.