Al carnaval de Málaga le han echado levadura. El carnaval de
Málaga sube.
Nuestro carnaval, a ese que hace quince años no podías
llevar a un niño porque te podías encontrar cualquier “cosa rara” o indeseable,
está madurando a pasos agigantados.
El carnaval de Málaga ha superado con creces la mayoría de
edad. Ahora tiene una madurez de la que podemos presumir.
Los Pariente, Merchán, Zumaquero, Godoy, Dede, Guti,
Gallegos, Santiago, etcétera, hacen que
podamos presumir de una fiesta que antes mirábamos con recelo.
Los que no tienen nombre pero que cada año se presentan al
concurso de agrupaciones con la misma ilusión. Los que aún no han cantado en el
Cervantes pero que dan paso a nuevos carnavaleros. Los que cuando escuchas
frente a frente hacen que te pique el gusanillo del carnaval.
Absolutamente todos los que cada año dedican cientos de
horas a preparar un grupo sin recibir a cambio nada más que el cariño de la
gente. Recuerden que aquí en Málaga las murgas y comparsas no ganan dinero más
allá que (y en el mejor de los casos) el que han puesto de su bolsillo para sacar
adelante una ilusión. Este amor a la fiesta hace que la levadura funcione más que
nunca.
Esos grupos que vienen de fuera y que reciben el cariño de
un teatro lleno. Las fronteras del carnaval de Málaga, por suerte, han
desaparecido. No hay prejuicios. Aquí gusta el carnaval venga desde donde
venga.
Y Cádiz. Porque Cádiz está mirando a Málaga. Ya no es Málaga
la que solamente gira la cabeza hacia la Tacita. Y los que el año pasado vieron
el concurso de murgas en el Cervantes saben de lo que hablo. Porque grandes
carnavaleros de Cádiz saben que aquí se está cociendo algo grande. El otro día,
José Luis Mejías, director de por ejemplo “Los Buscavidas”, me comentaba al
salir del teatro Alameda su sorpresa al escuchar a algunos grupos malagueños.
En Málaga se canta, se toca la guitarra y se escribe.
Faltaba esta chispita, que el que canta, toca la guitarra y sabe escribir se
encontrara de frente con el carnaval. Y el carnaval se ha encontrado con ellos.
Ahí está el secreto, en juntar el arte que YA hay en Málaga
con el arte de hacer CARNAVAL.
Nos esperan grandes años. Salud y vida al CARNAVAL DE MÁLAGA