por @francisruizp
No pretendo ser el salvador de la Feria de Málaga. Ni mucho menos. De hecho me importa un carajo a quién se le haya concedido una caseta de forma más o menos fraudulenta. Yo hablo de igualdad.
Tampoco me importa mucho si en la zona familiar del Cortijo
de Torres hay casetas-discotecas o ponen un concierto de música hindú. Ni si
los llamados “empresarios” son auténticas mafias a los que parece que no se
puede tocar. Pero como me aburro un lunes como hoy, me entretengo en
denunciar lo que ya se veía venir desde lejos y lo que Damián Caneda, el concejal
responsable, se empeña en desmentir. Y todo ésto a pesar de que ya dicen haber
cerrado tres casetas y apercibido a otras diez, en lo que parece un acto de cara a
la galería.
Foto de alta calidad donde podéis comprobar como decenas de niños, padres y abuelos disfrutan de la feria en una caseta familiar.
Todas las casetas-discotecas incumplen la normativa, pero
parece que hay manga ancha para ellos. Ni una sola de las que todos conocemos
cumple con el 50% de ocupación de mesas y sillas. Son unos zorrillos los "empresarios" estos y te plantan en la entrada dos o tres mesas con sus sillas
amontonadas y así cuando alguien del Ayuntamiento asome la cabeza le de una
palmadita en la espalda con un “así me gusta”. Pues no. Como uno de los mayores
expertos en porcentaje de ocupación de casetas en el mundo me atrevería a decir
que alguna no llega ni al 10%.
La ordenanza municipal también deja claro que no debe haber
puntos oscuros en las casetas (Y conste que este punto personalmente me afecta.
A todos nos gusta la oscuridad y los roces de discotecas). Como casetas de la
zona familiar que son, anoche mismo, pude disfrutar de una sobrada iluminación
con verdiales y padres, hijos y abuelos alrededor. Son tan familiares las
casetas que se permiten sin problemas pedir el DNI para entrar. Fantástico.
Y comida, cantidades de comidas inimaginables nos sirven los amigos "empresarios" en sus casetas-discotecas. Lo más parecido a comida que tienen es la hierbabuena de los mojitos.
Y ya no hablo de los precios. A las cuatro de la tarde pagué un euro por una cerveza. A las tres de la madrugada la misma cerveza valía tres euros. En algunas casetas incluso, a cierta hora, quitan los barriles de cerveza Victoria, tan malagueña y exquisita, y te ofrecen amablemente Budweiser (una cerveza muy de la patria) a un sobreprecio espectacular.
Y ya no hablo de los precios. A las cuatro de la tarde pagué un euro por una cerveza. A las tres de la madrugada la misma cerveza valía tres euros. En algunas casetas incluso, a cierta hora, quitan los barriles de cerveza Victoria, tan malagueña y exquisita, y te ofrecen amablemente Budweiser (una cerveza muy de la patria) a un sobreprecio espectacular.
Y sí, la Feria de Málaga tendrá muchos defectos, pero me
sigue pareciendo mágica. La Feria de Málaga, como ya decía Dani Rovira en su
pregón, la hacemos los malagueños y la disfrutamos todos.
Y sí. Si algún día me vuelvo a aburrir seguiré dando por
culo a esta gentuza que se hacen llamar “empresarios” malagueños. Y no, por
muchas amenazas que reciba, si yo me aburro, escribo.
Un beso “empresarios” malagueños. Un beso Damián Caneda.